- "¿Cómo una eternidad si te marchas mañana?
- ¡Qué importa! ¡Nos sobra tiempo para hablar de lo que nos interesa¡... ¿Por qué me miras así? ¿Acaso nos importan Catalina, Demetrio, el viejo, la situación de Rusia o el emperador Napoleón?.
- ¡Claro que no!
- ¡De sobra comprendes! Nosotros los llamados impacientes, sentimos ansiedad de resolver las cuestiones eternas: esa es nuestra misión, quizás. En estos momentos, toda Rusia joven no hace más que disertar acerca de las cuestiones primordiales, mientras que los más viejos se limitan con ansiedad a tratar las cosas practicas"10.
18 de abril de 2022
Los Hermanos Karamazov como Novela Polifónica
El Positivismo Jurídico en Los Hermanos Karamazov
Podemos considerar que hay una estrecha relación entre literatura y filosofía. En parte vemos que distintas temáticas filosóficas se ven representadas en las obras literarias. Este es el caso de las novelas de Dostoievski, en las cuales se presentan diversidad de problemas morales, éticos, religiosos, en general, humanos.
En este trabajo se presenta una lectura de Dostoievski desde la relación que se puede hacer de la noción de justicia y la literatura en su obra los Hermanos Karamazov. No se pretende un estudio general de los diversos problemas tratados en esta novela. Solo se intenta mostrar que frente a la trama visible de los hermanos karamazov podemos encontrar una forma de entender el derecho, la cual esta relacionada con el llamado positivismo jurídico.
El problema que es rastreado está relacionado con las implicaciones que tiene entender el derecho como una ciencia experimental, y más aún entender las pruebas como hechos que no son modificados por determinada jerarquía de valores que en un momento dado es aceptada. Parece así que los hechos en este tipo de jurisprudencia son objetivos y excentos de valoración tanto del juez como de los demás integrantes de un juicio. Es precisamente una bella crítica a este tipo de justicia la que nos encontramos en los Hermanos Karamazov.
El problema del derecho positivo se ve ampliamente ejemplificado en la novela Los Hermanos Karamazov. Sostenemos pues que en los hermanos Karamazov se puede ver como funciona una justicia que considera que debe hacer cumplir la norma, la ley sin interpretarla, por lo cual su función no es la evaluación de los problemas sociales sino simplemente la contención y aislamiento del delincuente. Su función sería solamente la de aislar el miembro enfermo, amputar el órgano enfermo sin intentar curarlo.
Este tipo de justicia puede estar unida a una concepción del derecho llamada positivismo jurídico, el cual está influenciado por el positivismo de Augusto Comte, quien básicamente sostiene que “la realidad sólo es cognoscible mediante la investigación de las leyes y relaciones constantes de coexistencia y de sucesión entre los fenómenos. Queda excluido todo estudio que pretenda ir más allá de los hechos, el que será tachado de metafísico”1. El positivismo se reduce a la averiguación y comprobación de las leyes de la experiencia, no sólo de fenómenos físicos, sino también de los espirituales, sociales y morales. La base de las ciencias positivas sería la matemática, y su culminación, la sociología. El mayor o menor acercamiento a las realidades de lo concreto seria el factor determinante de estar más cerca de lo “positivo. Dicha concepción de la realidad fue ampliamente aceptada como la manera de hacer ciencia en el siglo XVIII y XIX y como vemos, las nacientes ciencias sociales se apropian de ella. Este es el caso del derecho.
El origen del positivismo jurídico se produce en el s.XIX como una oposición radical al iusnaturalismo. Es un sistema filosófico que admite únicamente el método experimental y rechaza toda noción a priori y todo concepto universal y absoluto.
El positivismo jurídico considera el derecho como una ciencia experimental, esto significa que toma “la norma jurídica como un ser real al cual se requiere estudiar y describir”. Además rechaza cualquier explicación metafísica o teleológica, por lo cual “se caracteriza por el empleo de un criterio único de valoración: la conformidad de los actos con la ley, y por la tendencia a ver en el derecho escrito el solo derecho perfecto.”2 Así pues, el derecho entendido como una ciencia experimental sostiene la primacía de la ley positiva, omitiendo cualquier referencia a problemas de causas y fines, de juicios de valor, haciendo de de la ley positiva una ley no interpretada.
El positivismo al considerar que las normas no son interpretables hace que los hechos deban acomodarse a la ley, es decir, al considerar un caso dado, se hace una recolección de datos, y luego se inicia una organización de los datos para que ellos entren en un principio más general, tal y como es una norma o una ley. El problema que ocurre aquí es que con este tipo de forma de hacer justicia, se pueden dar casos donde a alguien acusado, aunque sea inocente, le será muy difícil comprobar que no es culpable. Por otra parte, este tipo de concepción del derecho hace del juez un simple cuidador de que la ley se cumpla al pie de la letra. Por tanto, el legislador no hace jurisprudencia en el sentido de construir normas que permitan solucionar problemas sociales, pues lo que hace es acomodar el caso particular a la ley y así, dar sentencia. Esto hace que el derecho actúe como un mecanismo que en un momento dado solo sirve como órgano de exclusión. Su consigna es aislar al miembro enfermo no curarlo, pues, la norma no puede adecuarse o interpretarse. Sin más preámbulos, este es el caso de la novela los Hermanos Karamazov de Fedor Dostoievski.
Fedor Dostoievski, es considerado como uno de los grandes genios de la literatura universal. Sus obras, para muchos logran adentrarse en el alma humana y bucear a través de las turbias aguas de las pasiones humanas. Su vida tanto como su obra nos muestran vidas atormentadas y trágicas. El mismo Dostoeivski en un carta dice que la realidad supera a la ficción. El mundo ruso le dará qué escribir.
La novela Los Hermanos Karamazov gira en torno al asesinato de Teodoro Karamazov, quién es padre de tres hijos naturales y uno ilegítimo. Dostoievski apunta que esta es una familia insignificante que vive en una provincia rusa. A través de la voz del narrador hace énfasis en la veracidad de todo lo ocurrido en esta obra. Si bien parece que el fondo y el problema de la novela giraran en torno a un asesinato, convirtiendo la obra en una novela estilo policíaca, esta forma solo es una excusa para presentar una serie de problemas de corte filosófico, político, religioso y social. Un adecuado contexto para poder adentrarnos en los problemas de esta obra nos la da Mijail M. Bajtin en su libro Problemas de la Poética de Dostoeivski, donde plantea que las novelas de Dostoeivski se diferencian de otros tipos de novelas, porque en ellas se da una polifonía de ideas. Es decir, en las novelas de Dostoievski, Ivan, Dimitri, Raskolnikov, son personajes-ideas, que presentan un programa, una tesis que es llevada hasta sus últimas consecuencias.
Debemos decir que la novela trata diversos problemas, entre ellos podemos encontrar el programa de Ivan Karamazov en tanto no puede justificar la armonía del mundo basada en el sufrimiento de los niños, o su idea de la muerte del padre pues como Dostoeivski mismo nos dice ¿Quién no ha deseado la muerte del padre? que puede entenderse como ¿Quién no ha deseado la muerte del zar? o ¿Quién no ha deseado romper con la norma impuesta? .
Rosa Maria Phillips dice que Los Hermanos Karamazov es la obra más grande y discutida de Dostoievski. También señala que los temas tratados en la novela desembocan ”en un tema de interés puramente local, como es la reforma introducida en la legislación criminal rusa en 1864, pero que en el proceso de Dimitri Karamazov cobra importancia universal: sirve de pretexto al artista para oponer la lógica humana a la jurídica y, al derecho penal, el natural”3. Es decir en el proceso de Dimitri Karamazov hay una reflexión profunda acerca del carácter del derecho que se ejercía en ese tiempo.
Recordemos que Los Hermanos Karamazov de Dostoievski nos presenta a una familia rusa conformada por Teodoro Karamazov padre, un terrateniente, un usurero capaz de cualquier cosa. Esta familia es conformada también por tres hijos legítimos y uno ilegítimo. Teodoro no se hace cargo de la crianza de sus hijos y Dimitri el hijo mayor y más parecido al padre desarrolla desde el principio resentimiento contra su padre. 4 Dimitri, el mayor tiene un pleito con su padre por cierta cantidad de dinero que considera como su herencia y además por cierta mujer la cual ambos cortejan. Dimitri celoso de su padre le ha pegado. Constantemente vocifera que acabara con la vida del viejo usurero.
Los libros octavo, noveno y duodécimo de la segunda parte de la novela tratan principalmente el tema del asesinato del padre y el proceso judicial en el cual se sentencia a Demetrio como culpable.
El libro octavo narra las peripecias hechas por Dimitri en busca de alguien que le prestara 3.000 rublos a cambio de sus derechos de herencia. En este libro, gracias a la condensación del tiempo característica de Dostoievski, Dimitri después de su desesperada busqueda en otra ciudad le queda aún parte del mismo día para enterarse que supuestamente Grushinka aceptaría las propociones del viejo Karamazov. Dimitri, alma dominada por las pasiones, se dirige a la casa de su padre, con la intención de evitar el suceso, pero se da cuenta que no estaba allí Grushinka y decide salir de las tierras de su padre. Pero antes de lograr saltar la verja de la casa, es atrapado por Gregorio, el viejo y fiel criado de su padre y quien además fue el que crió a Dimitri. Sin embargo nada de ello atenuo las fuerza y el instinto del joven Karamazov, quien lanza un certero golpe a la cabeza del criado, enviandole al suelo, inconsciente y manando borbotones de sangre. Después de esto y con lo comprimido del tiempo y el espacio Dostoeivskiano (el cual nos hace pensar que sus personajes pueden ir de punta a punta de Rusia en pocas horas y hablar de esos malditos "problemas eternos" con todos los habitantes de la santa rusia), se encuentra a Grushinka, ella le declara su amor y por último la policia atrapa a nuestro joven oficial, acusado del crimen del asesinato del viejo Karamazov.
El libro noveno introduce los detalles del asesinato del viejo Karamazov, también nos presenta las características del interrogatorio hecho a Dimitri, la recolección y exposición (a los lectores) de las supuestas pruebas que señalan a Dimitri como parricida.
Las pruebas y el interrogatorio hacen de Demetrio sospechoso. Sin embargo hay que tener en cuenta la manera en que se construye la recolección de pruebas. Hay un sospechoso (Dimitri) y hay unas pruebas. El inspector intenta simplemente que las pruebas se acomoden a los actos del sospechoso, pregunta una y otra vez la misma cosa, hasta hacer que la declaración del sospechoso lo incrimine, y acomoden las pruebas, pues estas son hechos irrefutables. Incluso, su conducta, nerviosismo o simple apatía demuestran que él es el asesino. Desde un principio Dimitri es culpable.
El libro duodécimo detalla el juicio de Demetrio Karamazov por el asesinato de su padre Teodoro. Dostoievski nos presenta un bello retrato de un juicio. En él se encuentra tanto juez, jurados, defensor, fiscal, sospechoso y público. El jurado, quien decidirá sobre el caso, es un puñado de campesinos y mercaderes. Nos dice Dostoeivski a través del narrador, de la competencia del jurado: “Muchos como yo, se preguntaban involuntariamente, mirando a estos jurados, cómo podrían comprender un asunto tan complejo como el que se sometía a su consideración”5. Es decir, el jurado no es competente y es prácticamente impensable que sean capaces de entender la ley más allá de lo que dice escuetamente la ley escrita. Sin embargo, esto jurados son tal y como los plantea el positivismo jurídico, pues no es necesario reflexionar o buscar el espíritu de la ley, solo se debe apegar a lo que está escrito.
El drama de la corte es satirizado agudamente por Dostievski. En el Juicio, las pruebas que incriminan a Dimitri se encuentran en el centro del recinto. Ellas son irrefutables. El defensor de Dimitri por ello, no tiene otra opción que desvirtuar a los testigos, es decir usa argumentos ad persona contra los testigos, desvirtúa sus comentarios atacando las cualidades morales de los testigos, o a su capacidad mental, etc.
El juicio a Dimitri se vuelve una pantomima que muestra las fallas del proceso jurídico tal y como se entiende desde el positivismo jurídico. La intención es buscar a un culpable, y si el primer sospechoso cumple los requisitos, entonces lo que queda es, simplemente hacer que las pruebas se acomoden al sospechoso.
Dostoievski hunde a un inocente, pero al final del libro, el abogado defensor nos presenta, el último posible argumento a favor de Dimitri. El defensor presenta uno de los principios básicos de la jurisprudencia que se está violando en este caso. “El acusado es inocente hasta que se demuestre con pruebas contundentes que es culpable”. El abogado alega que no hay pruebas suficientes que incriminen directamente a Dimitri con la muerte del padre, y más aún, nos dice que ni si quiera hubo robo, pues, en realidad nadie ha visto dicho dinero.
Así parece que el alegato del abogado comete la falacia del argumento ad ignorantiam. Como Copi nos dice en su Introducción a la Lógica, “se comete esta falacia cuando se sostiene que una proposición es verdadera (o falsa) simplemente sobre la base de que no se ha demostrado su verdad (o falsedad)”6. Sin embargo nos aclara que hay un solo campo donde el argumento ad ignorantiam no es falaz: La corte de justicia, donde el principio rector es suponer la inocencia de una persona hasta que se demuestre su culpabilidad. “la defensa puede sostener legítimamente que si el acusador no ha demostrado la culpabilidad, debe dictarse un veredicto de inocencia”. 7 Así la argumentación del defensor de Dimitri es adecuada, y refleja la imposibilidad que ocurre de satisfacer dicho principio, pues simplemente se esta buscando un culpable, así sea inocente.
Esta obra de Dostoievski nos muestra qué ocurre con una justicia que considera que las pruebas son hechos puros no interpretados y no medidos de acuerdo a determinada escala de valores. También nos presenta un problema más serio con relación a la justicia pues en cierto modo, puede terminar siendo un mecanismo de exclusión, una manera de restablecer el orden social. Sin embargo vemos que esa idea de justicia en Los Karamazov condena a un inocente y deja el problema social a un lado, pues solo necesita de un chivo expiatorio. El problema más urgente no era encontrar un culpable sino indagar el por qué de la muerte de Teodoro y más aún el por qué en cierta forma todos sus hijos quisieron asesinarlo.
Demetrio acusado injustamente es llevado a presidio por un “error judicial” pues todos desde el inicio de la acusación lo tomaron como culpable. El juicio solo fue un ejercicio de acomodación de las pruebas o hechos a la ley. Además el jurado nunca logró entender la dimensión de asesinato, era un jurado tal y como lo pide el positivismo jurídico.
BIBLIOGRAFIA
PERELMAN, Chaim. Justice et Raison. Fotocopias dadas por el profesor.
Introducción al Derecho.
BAJTIN, Mijail M. Problemas de la poética de Dostoievski. Fondo de Cultura Económica. 1993. Primera reimpresión. Traducción de Tatiana Bubnova.
DOSTOIEVSKI, Fedor. Los hermanos Karamazov. Editorial Porrúa. Prólogo Rosa Maria Philips.
COPI, Irving. Introducción a la Lógica. Editorial Eudeba. Argentina 1968. Traducción Nestor Míguez. Pag 65
1 ______ Introducción al Derecho. Pag. 51.
2 Ibid. Pag. 52.
3 DOSTOIEVSKI, Fedor. Los hermanos Karamazov. Editoral porrúa. Prólogo Rosa Maria Philips.
4 Ibid. “Teodoro Karamazov comenzó con muy poco; era un propietario mas que modesto, muy aficionado a comer en casa ajena. Reputado como eterno gorrón, no obstante, al morir poseía más de cien mil rublos de dinero en efectivo….No se trata, repito, de un imbécil. La mayoría de esos libertinos son bastante inteligentes y astutos; se trata de la insensatez peculiar del pueblo r ruso…Estuvo casado y tuvo tres hijos…”(Pág. 5) En una ocasión que un pariente entablo conversación con Teodoro con objeto de quedarse con la custodia de Dimitri, Teodoro Karamazov “durante un momento pareció no comprender de qué niño se trataba, y aún se extrañó de que en algún sitio de su casa hubiese un muchacho”. Pag. 6.
5 Ibid. Pag 504.
6 COPI, Irving. Introducción a la Lógica. Editorial Eudeba. Argentina 1968. Traducción Nestor Míguez. Pag 65
7 Ibidem. Pag. 65
Un Ejercicio de Diccionario
Esta definición de diccionario es muy limitada y adolece del contexto en el cual se utiliza la palabra. Sin embargo es útil, si la tomamos como una primera aproximación a lo que entendemos por el término libertad. La primera acepción señala que la libertad es una facultad natural del hombre que le permite actuar o no y que lo hace responsable de sus actos. Resaltamos de esta definición: 1. El carácter naturalista dado a la libertad. Esto es, considerarla una facultad, una especie de aptitud o de capacidad innata humana que permite actuar de un modo u otro y que hace que ello adquiera una contenido moral, en tanto es el mismo hombre el que decide sobre qué hacer o no. 2. Esta acepción señala una doble vertiente del término al entenderlo como una cualidad natural del hombre y por otro lado darle un carácter moral a las decisiones o actos realizados. 3. Dentro de la misma acepción hay una idea de qué es el hombre.
Por otra parte , de las cuatros acepciones que nos da el diccionario, la segunda y tercera tiene algo en común: Se refieren a una condición, a un estado. De este modo aquí la libertad es cierto modo de ser o de vivir.
La segunda acepción centra su atención en que la libertad es no ser esclavo o no sufrir de dicha condición. Es decir, no estar atado a la condición de servidor de algún otro, que es dueño de la persona y que obliga por distintos medios a realizar diversos tipos de actividades, de los cuales adquiere el amo gran parte de lo realizado. Podemos ver que en esta acepción no hay una definición de la libertad sino que hay una expresión de lo que ella no es: ser esclavo. Esta acepción se resumen en que la libertad es no ser esclavo.
La cuarta acepción del diccionario nos señala que la libertad tiene que ver con la falta de sujeción y subordinación. Esto parece un poco vago debido a la naturaleza de los diccionarios que sólo son guías generales sobre el significado de un término y que en muchos casos adolecen del ámbito o contexto de uso de la palabra. Sin embargo señala una característica de la libertad. Falta de sujeción y subordinación. De aquí podemos derivar que la libertad tiene que ver con la ausencia de algo que sostiene y ordena de modo externo. Esto es, una fuerza que sostiene u organiza a las personas o sus actos. Por otra parte señala la falta de subordinación, esto es, la falta de dependencia del hombre, o en otro sentido, la ausencia de una jerarquía en la cual unos hombres están sujetos a otros en el sentido de subyugados a otros. Aunque no es claro sobre qué recaería esa dependencia o su no dependencia; ¿sobre sus actos, sus deseos, sus intereses?
Podemos ver que la definición de diccionario nos deja pocos elementos para aclarar lo que entendemos por libertad. Aunque sea poco, nos da una guía acerca de lo que nos referimos con ese término: Al parecer la libertad tiene que ver con nuestros actos, con la decisión de llevar a cabo una y u otra acción. En tanto decisión, se nos presenta plena de contenido moral, es decir de una valoración moral de los actos y sus consecuencias (“el acto realizado es bueno o malo, afecta a un tercero,etc). Señala la responsabilidad del sujeto sobre sus acciones y además establece un vínculo entre libertad e interacción con otros, al caracterizarla como ausencia de sujeción o subordinación.
Para tratar de comprender mejor e hilvanar lo que hemos sacado en limpio sobre el concepto de libertad seguiremos nuestra indagación a través de un diccionario filosófico. El profesor José Ferrater Mora en su Diccionario Filosófico en su extensa entrada sobre el concepto de libertad señala la amplitud del tema: “El concepto de libertad ha sido entendido y usado de muy diversas maneras y en muy diversos contextos en la literatura filosófica y parafilosófica desde los griegos hasta el presente.”2 Además nos dice que ha sido entendido de diversas formas: “como posibilidad de autodeterminación; como posibilidad de elección; como acto voluntario; como espontaneidad: como margen de indeterminación; como ausencia de interferencia; como liberación frente a algo; como liberación para algo, como realización de una necesidad.” 3
Vemos pues, que lo que era un término en el diccionario, adquiere un grado de complejidad como concepto. Es claro que el término de libertad tiene relación con otros conceptos como el de autonomía, moral, voluntad,etc. Además dicho concepto estudiado aquí, tiene diversos tentáculos, esto es, que podemos referirnos a la libertad señalando un campo o espacio específico de la misma. Por ejemplo, si hablamos de libertad como cualidad natural, libertad social o política, libertad personal e incluso si entendemos la libertad como deber y decisión de hacer lo que se debe.
El profesor Ferrater en su diccionario desarrolla el tema del concepto de libertad siguiendo un recorrido histórico por distintas discusiones filosóficas sobre el concepto que van desde los griegos hasta la actualidad. Debido a la limitación de tiempo y al poco espacio de comprensión, nos limitamos en el diccionario filosófico a seguir la discusión sobre el término solamente desde el modo que algunos autores de tendencia analítica han indagado el concepto. “Los autores de tendencia analítica han tendido a examinar lo que significa decir que un hombre actúa, o puede actuar libremente”4 Como característico de esa tendencia Ferrater presenta a Moore: “Según este autor, decir que un hombre ha actuado libremente es simplemente decir que no estaba constreñido o coaccionado, es decir, que hubiera podido elegir actuar de otro modo si lo hubiera elegido (decidido)”5
Desde este punto de vista cambia un poco la pregunta que no hemos hecho sobre cómo entendemos eso de libertad y nos desplazamos a otro nivel, esto es, al significado del término en enunciados como “un hombre (X) ha actuado libremente”. Más aún siguiendo estos pensadores de tendencia analítica cambia la metodología de indagar sobre el concepto. “Los "analistas", desde G. E. Moore hasta J. L. Austin, mantienen que hay varios significados -o varios usos- de las expresiones mencionadas y otras análogas, y que en vez de tratar de explicar hay de que describir lo que sucede cuando se emplean expresiones relativas a acciones voluntarias o involuntarias, intenciones, propósitos, etc.”6
Desde este punto de vista dado por los filósofos de tendencia analítica debemos resaltar que cuando utilizamos el termino libertad generalmente el enunciado está relacionado con actos voluntarios o involuntarios, propósitos o intenciones. Por ejemplo en enunciados como “Hitler decidió libremente la ejecución de los judíos” , “Juan pudo dejar libremente de tomar si su estado lo hubiese permitido ” o “ soy libre de hacer lo que me viene en gana”. Claramente debemos indagar sobre las intencionalidad que subyace en los enunciados, sobre los contextos e intenciones de hablante al enunciar uno u otro enunciado y sobre los efectos que el enunciado provoca en el oyente.
Como conclusión debemos señalar la dificultad para comprender y la complejidad del concepto de libertad. Dicho concepto a través de la historia ha adquirido tal grado de complejidad dada su importancia para designar algo que damos como una característica de lo humano (la libre decisión y responsabilidad sobre nuestros actos). Por ello y siguiendo el enfoque analítico, deberíamos antes que indagar este concepto dándole características ontológicas, morales o políticas, detenernos en el análisis de lo que significa cuando usamos ese término en determinados contextos, con determinadas intenciones y formas de enunciación. Si bien con ello, no lograremos resolver el problema de si en un mundo como el nuestro podemos considerarnos libres, al menos ganaremos en claridad, condición inicial indispensable para no perdernos entre los entreverados hilos que forman lo que decimos y el modo en que actuamos.
BIBLIOGRAFÍA
ALIQUEZ HERNÁDEZ, Jorge Hernán. Diccionario Enciclopédico Espasa Calpé. Editorial Espasa. España 1998,
FERRATER MORA, José. Diccionario Filosófico.Tomo III. 1994. 2a reimpresión 2002.
1 Diccionario Espasa – Calpe. Editorial Espasa. España. 1998. Página 1072.
2 FERRATER MORA, José. Diccionario Filosófico.